—¿Se puede tener peor suerte que yo? Llevamos dos semanas con un calor de perros y se tiene que poner a diluviar justo hoy. A ver qué hago ahora con las sandalias que tenía pensado ponerme para la fiesta. Odio la primavera, de verdad. —No puedo más. Estoy hasta los huevos de Carlos. Claro, qué fácil, cómo no es él quien hace las horas extra… Encima un informe que no es para nada urgente. No había necesidad. Es que lo hace por joderme, lo tengo clarísimo.
Por qué yo, por qué yo
Por qué yo, por qué yo
Por qué yo, por qué yo
—¿Se puede tener peor suerte que yo? Llevamos dos semanas con un calor de perros y se tiene que poner a diluviar justo hoy. A ver qué hago ahora con las sandalias que tenía pensado ponerme para la fiesta. Odio la primavera, de verdad. —No puedo más. Estoy hasta los huevos de Carlos. Claro, qué fácil, cómo no es él quien hace las horas extra… Encima un informe que no es para nada urgente. No había necesidad. Es que lo hace por joderme, lo tengo clarísimo.