Hay una sensación que para mí es la infancia y a la que ya solo regreso muy contados mediodías al sol, sola en la terraza de un hotel o en el adormecimiento que antecede a una siesta ocasional. Voy a intentar contar algo que no sé si tiene nombre ni sabré explicar, pero si fracaso, al menos lo haré siguiendo el consejo de Landero:
Era mindfulness y yo no lo sabía
Era mindfulness y yo no lo sabía
Era mindfulness y yo no lo sabía
Hay una sensación que para mí es la infancia y a la que ya solo regreso muy contados mediodías al sol, sola en la terraza de un hotel o en el adormecimiento que antecede a una siesta ocasional. Voy a intentar contar algo que no sé si tiene nombre ni sabré explicar, pero si fracaso, al menos lo haré siguiendo el consejo de Landero: