Del determinismo literario y otras cosas
Septiembre, momento que algunos solemos ver como una suerte de año nuevo, llega a esta carta semanal con una novedad. Cada domingo compartiré con vosotros una reflexión, como venía haciendo hasta ahora, pero le añadiré un toque extra (corriendo el riesgo de que la posdata sea mejor que la carta): una serie de recomendaciones culturales y un puñado de aprendizajes de esa semana. Eso es, al fin y al cabo, Palabras subrayadas: un ejercicio de autoterapia para retener lo que no debe irse. Dentro newsletter.
Creo que los libros que tengo pendientes me espían. Casi me los imagino agazapados, observándome, registrando mis movimientos e intereses para, cuando menos lo espere, asaltarme. Y sí, he escuchado hablar del retargeting. Pero a menos que la tecnología haya avanzado aún más rápido de lo que creía, la publicidad online aún no ha llegado a las estanterías de, qué te digo yo, la biblioteca de Valladolid.
No, es más sencillo que todo eso.
Percibo una especie de determinismo literario en esa forma en la que algunos libros van cruzándose en tu camino allí por donde vas. Me pasó, por ejemplo, con El verano que mi madre tenía los ojos verdes, de Tatiana Tibuleac, un libro que me dejó tiritando una tarde de domingo de esta pasada primavera. Allá adonde fuera, presencial o digitalmente, allí estaba, esperándome, recordándome con fingida inocencia que quizá era el momento de lanzarme.
Esta semana me ha espiado hasta su inevitable adquisición Conjunto vacío, de Verónica Gerber. Tiendo a confiar intensamente en lo que parece escrito, en las señales, en las migas de pan que yo me creo que me deja la vida.
Llámalo determinismo, llámalo retargeting. El destino es, a fin de cuentas, una opinión.
(*) Acabo de terminar La desaparición de Stephanie Mailer y, aunque no ha sido mi favorito de todos los de Dicker, disfruto muchísimo con esas tramas intrincadas e inextricables que por arte de magia cobran pleno sentido en las últimas quince páginas.
(*) Jabois ha hablado esta semana de la verdad que reside en quien lo deja todo por perseguir su pasión.
(*) Es siempre un placer escuchar los podcasts de Hotel Jorge Juan. Aunque de todos saco algo interesante, mi recomendación esta semana va para la entrevista a Antonio Agredano. Una conversación muy enriquecedora, además con acento andaluz.
(*) El domingo pasado volví a comprar el periódico en papel y regresé al disfrute de la lectura de la actualidad sin la tentación del multitasking, mi gran adicción y la razón principal de mis procrastinaciones.
Os dejo por último una cita reciente, de Marco Aurelio en sus Meditaciones:
«La amabilidad, si es genuina y no burlona ni hipócrita, es invencible; porque ¿qué te va a hacer el más insolente si continúas benévolo con él?»
Gracias por leerme.
Feliz semana.